Las metas asumidas a nivel internacional requieren de un sistema financiero amplio, sólido y oportuno. En materia de compromisos, como parte de la Agenda de Desarrollo, destacan los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las Contribuciones Determinadas a Nivel Nacional (NDC por sus siglas en inglés) y los acuerdos en el marco de la conservación de los ecosistemas y su biodiversidad. Se requiere de un trabajo urgente y coordinado entre los sectores verdes, climáticos y ambientales junto con el financiero, a fin de definir una ruta de acción para la implementación de esos compromisos, en el que se vean reflejadas las necesidades y prioridades del país, dentro de un marco de política adecuada que promueva la participación de actores públicos y privados, nacionales e internacionales. 

El rol de las instituciones de gobierno y su participación en iniciativas internacionales de financiamiento, como la Coalición de Ministros de Finanzas para la Acción Climática o la Red de Bancos Centrales y Supervisores para Enverdecer el sistema Financiero (NGFS, por sus siglas en inglés) ha sido fundamental, ya que han delineado un liderazgo sin precedentes en los reguladores financieros en México para transformar el sistema financiero en el país. 

Entre los esfuerzos que ha hecho el gobierno a nivel nacional destaca la creación en marzo 2020 del Comité de Finanzas Sostenibles (CFS) por mandato del Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF), presidido por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), para profundizar en el tema de desarrollo sostenible y sus implicaciones para la estabilidad financiera. El Consejo de Estabilidad del Sistema Financiero (CESF) creó el Comité de Finanzas Sostenibles (CFS), para apoyar al Consejo en el ejercicio de sus funciones elaborando análisis, evaluaciones, propuestas y recomendaciones sobre finanzas sostenibles. También busca fomentar la transición hacia finanzas sostenibles y la adopción de mejoras prácticas internacionales que contribuyen a la estabilidad del sistema financiero.    

En el 2023, la SHCP presentó la Taxonomía Sostenible de México  como un sistema de clasificación de activos y proyectos, confiable, legítimo, unificado y basado en ciencia que permite definir qué actividades económicas pueden ser consideradas sostenibles, y con ello aumentar la inversión en proyectos que promuevan el cumplimiento de los objetivos medioambientales y sociales del país.